Definir lo que creo
Para conocer, hay que indagar, y para indagar, hay que descubrir nuevas o redefinir viejas situaciones.
Si vamos a cambiar quién somos, hay que cuestionar todo.
Así que:
Cuestiona lo que haces al despertar, la ropa que usas y la forma en la que te bañas.
Cuestiona los alimentos que comes, ¿cuál es su proceso de producción?
Cuestiona los productos de higiene personal que usas diario.
Cuestiona de dónde viene tu marca de maquillaje favorita.
Cuestiona tus vínculos, ¿quiénes te rodean?
Cuestiona tus comportamientos, los buenos y los malos.
Cuestiona tu cuerpo, ¿cómo lo cuidas?
Cuestiona tus emociones, ¿cómo las demuestras?
Cuestiona el sistema de educación, el financiero y el político.
Cuestiona a los medios de comunicación, ¿cómo te informas?
Cuestiona lo que escuchas, incluso tu música favorita.
Cuestiona las problemáticas ambientales y sociales, ¿incides en ellas?
Cuestiona todo lo que lees, incluyendo esto.
En resumen, cuestiónalo todo.
No para que desconfíes del mundo, sino para que desafies tus creencias y las (te) redefinas desde nuevas perspectivas.
Conserva lo que te sirva y construye nuevos paradigmas.
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